jueves, 4 de marzo de 2010

Las Fisuras del Terremoto


El terremoto dejó fisuras inmensas y mostró otras que no conocíamos, esas que nos muestran cómo somos, cómo actuamos en situaciones limite. Fácil seria inculpar a algunos desalmados que se aprovechan del desorden generalizado para aprovecharse y sacar a relucir conductas subterráneas, hábitos diría, que están ahí, esperando que nadie los vea para actuar. Y por supuesto nadie se entera que hay gente podrida hasta que van a parar a la cárcel por ladrones pero más que eso, sinvergüenzas de almas insensibles. Yo creo que estas conductas existen en forma generalizada y solo algunos las manifiestan claramente. Y no es que seamos todos delincuentes, es que formamos parte de una red de acciones medio podridas pero que nos acostumbramos a conllevar y son validadas incluso legalmente. Un ejemplo: Una compañía distribuidora de telefonía, que para el caso puede ser cualquiera, Entel, Movistar, Telmex, etc., entrega mensualmente una cuenta con los cobros asignados al suscriptor, tremendamente difícil de detallar en su lectura y con frecuentes cobros excesivos o duplicados que pasan como “errores de cobro”. Las veces que me ha ocurrido debo hacer múltiples trámites para revertir los cobros excedidos, otros como yo no se dan el trabajo siquiera de revisar la enredada cuenta. Estos no son errores, son robos encubiertos y que se amparan en la legalidad y la aceptación generalizada de quienes no saben qué se puede hacer para que esto no siga sucediendo. Los cobros excesivos son mucho más frecuentes de lo que se cree y con esto las empresas incrementan sustancialmente sus ingresos. No conozco a nadie que reciba cuentas con errores a su favor, siempre los “errores" son perjudiciales para los suscriptores. Esto es vandalismo legal mientras los otros son vándalos descarnados porque todos los están viendo por TV, Estos tipos ni se arrugan en hacer declaraciones en cámara argumentando que necesitan leche, pañales, etc. Para ellos este robo también es legal, sin embargo están mucho más expuestos al escarnio público, a ser perseguidos por la justicia.
Muchos dicen que estamos mejor que antes. Yo me pregunto: Y si es que estamos mejor que antes ¿a quién debemos esta herencia? ¿Quienes son los vándalos? ¿Los que salen en la tele robando? Qué suerte tienen los que no alcanzan a salir en la tele pero roban igual, con corbata y amparados por la ley. Un país de santos, jueces, policías, bandidos, inculpados y vándalos no es un país saludable.
Los políticos dan señales, los empresarios dan señales, los curas dan señales, señales que nos quedan dentro como que todo es relativo. Los excluidos de los beneficios que arroja esta economía de libre mercado ya no le creen a nadie.
Yo pienso que esto se lo debemos a un sistema de desarrollo en que nosotros, las personas, las personas con alma no somos lo mas importante. Lo único que tiene valor es lo que se transa por plata. Quienes tuvimos la suerte de crecer en un medio que cultiva valores podemos hacer esta crítica. Del resto, los que siempre vieron las cosas turbias, nada, es problema de ellos. Lo que nos muestra este sistema de vida, de " un país al borde del desarrollo" es que si lo más importante son los bienes que nos empeñamos en lucir, entonces robar es solo un derecho, una forma de conseguir lo que los demás también tienen.

Pero algo se tiene que rescatar de aquí, y es que el sentido común nos dice que si seguimos comportándonos de forma miserable nos terminaremos comiendo unos a otros y creo que, en el fondo, nadie quiere eso.

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